De Santa Cruz a Cochabamba, pasando por Pairumani, la Fundación Simón I. Patiño impulsa una red de espacios donde el arte, la educación y la ecología se entrelazan para nutrir los imaginarios, fortalecer los saberes y cultivar la vida. Esta acción transversal riega las comunidades, involucra a la juventud y encarna un modelo de innovación social arraigado en las realidades bolivianas.
Desde Santa Cruz, Pairumani y Cochabamba, la Fundación Simón I. Patiño despliega una visión integrada de la acción cultural y educativa. A través de sus espacios emblemáticos —Espacio Simón I. Patiño, Hacienda Pairumani, Palacio Portales— enlaza arte, saber, naturaleza y comunidad. Estos lugares no son aislados: forman una red viva, arraigada en las necesidades locales y abierta a la innovación social.
Cada sitio ofrece actividades educativas específicas: talleres de lectura, artes plásticas, teatro, ecología y prácticas agrícolas sostenibles. Niños, jóvenes y docentes encuentran aquí recursos concretos para aprender de otro modo. La educación es sensible, experimental y conectada con las realidades del entorno y con la historia del lugar.
Ya sea a través de relatos de memoria en el Espacio, visitas a la Villa Albina en Pairumani o concursos artísticos en el Palacio Portales, las acciones de la Fundación fomentan el diálogo entre generaciones. Valoran la transmisión de saberes, gestos y relatos para fortalecer el tejido social y la continuidad cultural.
La ecología atraviesa toda la programación: exposiciones sobre biodiversidad, recorridos pedagógicos por ecosistemas andinos, talleres sobre gestión del agua o alimentación sostenible. Este enfoque cruza ciencia y emoción, arte y conocimiento para nutrir una conciencia ecológica colectiva.
Tanto en Santa Cruz como en Cochabamba, la Fundación apoya la escena artística local mediante exposiciones, residencias y espectáculos. Ofrece a los artistas espacios de experimentación abiertos a todos, y promueve cruces entre disciplinas, lenguajes y públicos.
Más allá de sus muros, estos proyectos irrigan su entorno: alianzas con escuelas, colaboraciones con universidades, acogida de iniciativas ciudadanas o asociativas… La Fundación actúa como catalizadora. Cada lugar se convierte en un punto de apoyo para desarrollar competencias, fortalecer la participación local y ofrecer a los habitantes un acceso igualitario a la cultura y al conocimiento.
Al reunir cultura, educación y ecología en una dinámica territorial compartida, la Fundación Simón I. Patiño materializa su compromiso: acompañar el desarrollo de las personas y las comunidades, apoyándose en la inteligencia colectiva, la belleza de los lugares y el poder del conocimiento. Cada proyecto, cada espacio, cada iniciativa lleva esta visión de un progreso solidario, arraigado, creativo y sostenible.
4 espacios emblemáticos movilizados para conectar cultura, ecología y transmisión
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46 hectáreas de parque natural dedicadas a la educación ambiental en Pairumani
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Decenas de talleres, exposiciones, proyecciones y conciertos organizados cada trimestre en los centros de Santa Cruz y Cochabamba
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Al apoyar este proyecto, contribuyes a dar vida a una red de espacios abiertos para todas y todos. Talleres para la infancia, exposiciones accesibles, senderos ecológicos, lecturas compartidas… Cada donación hace posible una cultura viva, arraigada en los territorios, al servicio de las generaciones presentes y futuras.